Some people came finding Jesus asking, what do we have to do to be like God?
And Jesus says, just believe in me, just believe me. I came so that whoever believes me I will give eternal life.
And they say, ya, but what do you do?
Their culture is so ingrained in them that they cannot just believe Him. They keep coming back to works: His works, their works, everyone’s works.
Then, when they go on asking about Moses and the bread Jesus says, I am the bread! I give life.
Still not understanding they plead, give us this bread!
Again he says, I am the bread! Believe me! I give life. I save. I heal. If you come to me, you will never hunger and never thirst. This is why the father sent me: so whoever believes, whoever eats my flesh and drinks my blood will have eternal life.
Is it too simple? Has He made it too easy that we can’t understand, let alone believe it, believe Him? Is our tradition so ingrained in us that we cannot just believe? We have to keep asking, riiiight, but about those works?! Am I DOING it, DOING enough?!?
When can we just believe?
Do we keep asking like them, wait?! But what works do we do?! What works do we not do?! What works do you do, Lord?! Works works works.
And then they murmured at Him because He said all of this stuff about believing.
After their murmuring He tells them again, I am the bread! If you come you will have eternal life.
And STILL they misunderstood, STILL had to prod, “how can we eat his flesh?”
What more could he say?! He said it all, “whoever comes I will be in them. Them in me. I will raise them up at the last day.”
It doesn’t matter where we are in our coming. We just come. Wherever we are we keep coming. We are going to make it; we already have.
IT IS THIS EASY!
But it wasn’t enough for the people. He wasn’t enough. They left.
So the Savior asks his 12, are you going, too?
And what do they respond?! The most beautiful, perfect, glowing words, “We believe you. Thou art the Christ, the son of the Living God.”
It is this easy. We are not earning our way home, “work”-ing our way home, doing our way home.
We are believing our way home. He already did—and continues to do—alllll the rest.
All that is left for us to do is believe.
(John 3 and 6. And every other scripture in every other book ;))
Algunas personas vinieron a Jesús preguntando, ¿qué tenemos que hacer para ser como Dios?
Y Jesús dice, sólo cree en mí, sólo créeme. Vine para que al que cree en mí le dé vida eterna.
Y dicen, ya, pero ¿qué haces?
Su cultura estaba tan arraigada en ellos que no pudieron simplemente creerle. Siguen volviendo a las obras: Sus obras, las obras de ellos, las obras de todos.
Entonces, cuando siguen preguntando de Moisés y el pan, Jesús dice: ¡Yo soy el pan! Yo doy vida!
sin entender suplican, ¡danos este pan!
De nuevo dice, ¡Yo soy el pan! ¡Créame! doy vida. Yo sano. Yo consuelo. Yo salvo. Si vienes a mí, nunca tendrás hambre ni sed. Para esto me envió el padre: para que el que crea, el que coma mi carne y beba mi sangre, tenga vida eterna.
¿Es demasiado simple para nosotros? ¿Lo ha hecho demasiado fácil que no podemos entender, mucho menos creerlo, creerle? ¿Nuestra cultura y tradición está tan arraigada en nosotros que no podemos simplemente creer? Tenemos que seguir preguntando, claro, pero ¿sobre esas obras? ¿Lo estoy HACIENDO, HACIENDO lo suficiente?
¿Cuándo podemos simplemente creer?!
¿O tenemos que seguir preguntando como ellos preguntaron, espera? ¡¿Pero qué obras hacemos?! ¡¿Qué obras no hacemos?! ¡¿Qué obras haces, Señor?! Funciona funciona funciona.
La gente le murmuraron a Él porque Él dijo todas estas cosas del creer.
Después de sus murmuraciones Él les dice de nuevo, ¡Yo soy el pan! Si vienes tendrás vida eterna.
Y TODAVÍA entendieron mal, TODAVÍA tuvieron que insistir, "¿cómo podemos comer su carne?"
¡¿Qué más podría decir?! Él lo dijo todo, “quienquiera que venga, yo estaré en ellos. ellos en mi. Yo los resucitaré en el último día.”
No importa dónde estemos en nuestra venida. Solo venimos. Dondequiera que estemos, seguimos viniendo. Lo vamos a lograr; ya lo hemos logrado!!
¡ES ASÍ DE FÁCIL! Solo creemos.
Pero no fue suficiente para la gente. Él no fue suficiente. Se fueron.
Entonces el Salvador le pregunta a sus 12, ¿tú también vas?
¡¿Y qué responden?! Las palabras más bellas, perfectas y resplandecientes: “Te creemos. Tú eres el Cristo, el hijo del Dios Viviente.”
Es así de fácil. No nos estamos ganando el camino a casa, “trabajando” para llegar a casa, haciendo nuestro camino a los cielos.
Estamos creyendo nuestro camino a casa. Ya hizo, y hace, todo lo demás.
(Juan 3 y 6. Y todas las demás escrituras en todos los demás libros;))