*Seattle, I’m in town next week. Same-day turnaround if you need a last-minute photoshoot. xo.
I am a fallen girl living in a fallen world; there is nothing I can do to get myself back home.
Every sin I commit banishes me from the presence of God: rude thoughts or feelings, holding a grudge, losing my patience; all of it keeps me from Him. Nothing I do can pay the demanded justice for those mistakes — no amount of good works reconciles me (brings me back) to the presence of God; franky put, my good works are not good enough.
Only one gets me back: Jesus. His sinless life and all-encompassing sacrifice carry me home.
My beautiful golden girls, I previously viewed Christ’s gospel (which is His atoning sacrifice (2)) as an event that lasted about 3 days. But I felt the Holy Ghost nudge me recently, “What if you felt and recognized the effects of those 3 days all day, every day?!”
In other words, what if every time I was weak, every time my body took charge over my spirit and I sinned, I thought of Him: His perfection, His strength, His goodness, His sacrifice.
What if in every good thing that happened I thought of Him: His perfection, His strength, His goodness, His sacrifice.
“For Christ also hath once suffered for sins, the just for the unjust, that he might bring us to God…(1)”
The just for the unjust: He is the just, I am the unjust.
Him for me, a million times a day.
By my faith and repentance, “the just for the unjust,” him for me, a million times a day.
“Come, [Kate, Annie, Christina], every one that thirsteth [What is thirsty in your life?], come ye to the waters [to Christ]; and [you, Kate, Annie, Christina] that hath no money [you who do not have anything to offer], come buy and eat; yea, come buy wine and milk [the most expensive, best things] without money and without price [for free] (6).”
Girls, it was Him for us, He who is strong for us who feel inadequate, depleted, and weak. If we come He will insert Himself and turn whatever offering we bring into something majestic, into something that works (8)! Everything we give is imperfect, it’s lacking, so what is left than for us, like Eve, to build an altar, place our offering, and “repent and call upon God [and give thanks] forevermore (7)”?!
The beauty and grace of this plan of redemption is that He never directs the attention to us. As our advocate He puts the focus back on Himself, “Saying: Father, behold the sufferings and death of him who did no sin, in whom thou wast well pleased; behold the blood of thy Son which was shed…(3)”.
Girls, we deserve nothing, and get every good thing, because of His righteousness, obedience, suffering, and perfection. Lehi said to His son, Jacob, “Wherefore, I know that thou art redeemed, because of the righteousness of thy redeemer (5);” We offer ourselves, and every other person, endless compassion because none of our works are good enough; redemption comes to all of us because of His perfect works, His righteousness, His goodness.
“Let us therefore come boldly unto the throne of grace, that we may obtain mercy, and find grace to help in time of need (4).”
It really is all (and all free! (6)) because of Him.
The just for the unjust, Him for us, a million times a day.
How He loves us!
And I love you, my powerful babies.
Your mama
1 Peter 3:8
3 Nephi 27: 13-20
D&C 45:4
Hebrews 4:16
2 Nephi 2:3
2 Nephi 9:50
Moses 4:8
D & C 122:5-8
Soy una chica caída y vivo en un mundo caído; No hay nada que pueda hacer yo para volver a la presencia de Dios.
Cada pecado que cometo me aleja de la presencia de Dios: pensamientos o sentimientos groseros, guardar rencor, perder la paciencia; todo eso me aleja de Él. Nada de lo que hago puede pagar la justicia exigida por esos errores: ninguna cantidad de buenas obras me reconcilia (me devuelve) a la presencia de Dios; En pocas palabras, mis buenas obras no son lo suficientemente buenas.
Solo uno me recupera: Jesús. Su vida sin pecado y su sacrificio infinito me llevan a casa.
Mis hermosas chicas, antes vi el evangelio de Cristo (que es su sacrificio expiatorio (2)) como un evento que duró aproximadamente 3 días. Pero sentí que el Espíritu Santo me empujó recientemente, "¿Qué pasaría si sintieras y reconocieras los efectos de esos 3 días todo el día, todos los días?"
En otras palabras, si cada vez que estaba débil, cada vez que mi cuerpo se hacía cargo de mi espíritu y pecaba, pensaba en Él: su perfección, su fuerza, su sacrificio por mí.
"Porque Cristo también sufrió una vez por los pecados, los justos por los injustos, para que nos lleve a Dios ... (1)"
El justo para los injustos: Él es el justo, yo soy el injusto.
Él por mí, millones de veces todos los días, todas las noches.
Por mi fe y arrepentimiento, "el justo para los injustos", él por mí, millones de veces al día.
“Vamos, [Kate, Annie, Christina], cada una que tiene sed [¿qué tiene sed? ¿Tienes sed? ¿Tu matrimonio? ¿Tus relaciones?], Venid a las aguas [a Cristo]; y [usted, Christina] que no tiene dinero [usted que no tiene nada que ofrecer], venga a comprar y comer; sí, ven a comprar vino y leche [las cosas más caras y mejores] sin dinero y sin precio (6) ".
Chicas, fue Él para nosotras, Él quien es fuerte para nosotras que nos sentimos inadecuadas, agotadas y débiles. Si venimos, Él se insertará y convertirá cualquier ofrenda que traigamos en algo majestuoso, en algo que funcione para nuestro bien (8) Todo lo que damos es imperfecto, falta, así que ¿qué nos queda, como Eva, sino construir un altar, ponerle nuestra ofrenda y "arrepentirnos e invocar a Dios [y dar gracias] para siempre (7)" ?!
La belleza y la gracia de este plan de redención es que Él nunca dirige la atención hacia nosotros. Como nuestro abogado, Él siempre vuelve a enfocarse en Sí mismo: “Diciendo: Padre, contempla los sufrimientos y la muerte del que no pecó, en quien te agradó; he aquí la sangre de tu Hijo que fue derramada ... (3) "
Le muestro mi fe, mi esperanza, mi gratitud cada vez que me arrepiento.
"Por lo tanto, acerquémonos con valentía al trono de la gracia, para que podamos obtener misericordia y encontrar gracia para ayudar en tiempos de necesidad (4)".
Chicas, no merecemos nada, y obtenemos todo lo bueno, debido a su justicia, obediencia, sufrimiento y perfección. Lehi le dijo a su hijo Jacob: "Por lo tanto, sé que eres redimido, por la justicia de tu redentor (5)". Nos ofrecemos a nosotros mismos, y a cualquier otra persona, compasión sin fin porque ninguna de nuestras obras es lo suficientemente buena; somos redimidos por sus obras perfectas, su justicia, su bondad.
Realmente es todo (¡y todo gratis! (6)) gracias a Él.
El justo para los injustos, Él por nosotros, millones de veces todos los días.
¡Cuanto nos ama!
Y las amo, mis poderosas bebés.
Tu mama